La tarde del sábado 23 de noviembre, a las 17:00 horas, EncuentroSevilla 2024, nos invitó a una profunda reflexión con el título «¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él?». El acto, moderado por Lucía Escribano Cirera, reunió a un grupo de estudiantes provenientes de diversas áreas científicas: Cristina Gómez Cirera (Física), Jorge Gutiérrez Uriarte (Medicina), Juan Sánchez Maraver (Matemáticas), Fernando Magaldi Jurado (Física) y Emma Maraver Knowles (Medicina). Juntos, con su entusiasmo y curiosidad, nos ofrecieron una mirada única sobre el lugar que ocupa el ser humano en el vasto universo.
Desde el inicio, la conferencia estuvo marcada por una sensación de asombro y fascinación. Jorge Gutiérrez comenzó planteando una inquietud fundamental: ¿dónde nos encontramos en la historia del universo? Frente a la enormidad del cosmos, la humanidad parece ser un suspiro. Sin embargo, esa pequeña chispa que es la vida humana es, en sí misma, un misterio fascinante. Jorge nos invitó a pensar en el hombre como una ínfima parte del todo, un instante fugaz en la eternidad del universo, pero uno que, sin embargo, está lleno de preguntas y significados.
El acto continuó explorando la belleza y el orden del mundo natural a través de los ojos de la ciencia. Fernando Magaldi nos habló de las estrellas, esas gigantes que, para mantenerse en equilibrio, deben cumplir con una condición precisa: las fuerzas deben estar en armonía. De alguna manera, somos polvo de estrellas, un recordatorio de nuestra conexión con lo que ha existido antes y de lo que nos rodea ahora.
Cristina Gómez, con su conocimiento de la Física, nos reveló los secretos ocultos en el ADN, el código que da vida y forma a los seres vivos. A través de la complejidad de la biología molecular, nos mostró cómo la naturaleza está regida por leyes matemáticas que, aunque invisibles a simple vista, están presentes en cada uno de nosotros. Las matemáticas y la ciencia, más allá de ser simples herramientas, nos invitan a descubrir un orden y una estructura profunda que subyace en todo.
Emma Maraver, desde su perspectiva como estudiante de Medicina, compartió con nosotros el funcionamiento del ojo humano. Un órgano tan sencillo, y al mismo tiempo tan complejo, que nos permite ver el mundo que nos rodea. Cada detalle, desde cómo la luz entra en el ojo hasta cómo el cerebro interpreta lo que vemos, nos llevó a una reflexión sobre la maravilla de la creación, y sobre cómo, a través de la ciencia, podemos llegar a comprender lo que nos parece tan natural.
El acto tomó un giro especialmente humano cuando Juan Sánchez Maraver, con su experiencia en Matemáticas, abordó la fragilidad de la realidad. Reflexionó sobre el ADN y cómo, aunque esté perfectamente diseñado, su fragilidad es lo que permite que la vida sea posible. Esta reflexión sobre los límites de la ciencia se conectó con una visión profunda sobre la vulnerabilidad humana: hay algo bello en aceptar los límites, y aún más bello es el hecho de que somos abrazados en ellos.
La conferencia culminó con una poderosa idea: el ser humano, aunque pequeño frente al universo, no deja de preguntarse por su propósito. Los estudiantes, a través de sus disciplinas científicas, nos mostraron que, aunque la realidad tiene límites que no podemos conocer completamente, esos mismos límites nos invitan a la contemplación, al asombro y a la esperanza. El misterio sigue siendo parte de nosotros, y mientras haya un misterio, habrá poesía en la vida.
En resumen, el encuentro nos dejó una sensación clara: los límites de la realidad no son barreras, sino puertas abiertas a la maravilla, a la belleza y al misterio. El hombre sigue buscando, sigue preguntándose por su lugar en el cosmos, y en ese viaje, se encuentra con un abrazo inmenso que lo sostiene, incluso en su fragilidad.